Electroestimulación EMSZero

El sistema EmsZero utiliza energía electromagnética altamente enfocada. El dispositivo enfoca la energía hacia nuestros músculos centrales. Los músculos centrales incluyen el recto abdominal, el músculo oblicuo externo e interno y el Serrato anterior. Cuando se enfoca en los glúteos, la energía se centra en el glúteo mayor, mediano y mínimo. Actualmente, La EmsZero se utiliza para tratar el Core, lo que aparte de ser un complemento idóneo del trabajo realizado en el gimnasio, aporta beneficios en todas las facetas de su vida.

Un recto fuerte mejora la postura, lo que reduce el dolor de cuello, espalda y hombros y también reducirá los dolores y molestias corporales totales. Estos efectos positivos te ayudarán a vivir tu mejor vida tanto dentro como fuera del gimnasio.

Es importante recordar que EmsZero technology también reduce la grasa. A medida que la energía se mueve hacia el músculo, pasa a través de la piel y la grasa se reduce en aproximadamente un 20% en el área.

Ventajas:

N

30 minutos de tratamiento = 20.000 ejercicios musculares

N

Tonificación y fortalecimiento muscular.

N

Mejora de la definición y contorno corporal.

N

Estimulación de la musculatura profunda.

N

Procedimiento no invasivo y sin tiempo de recuperación.

Trabajo preventivo de suelo pélvico con EMSZERO.

Beneficios:

N

Prevenir la incontinencia urinaria.

N

Entrenar la zona para estar mejor preparado antes de una intervención (colon, próstata, recto…) e incluso mejorar la recuperación.

N

Prevenir el dolor pélvico.

Para cualquier otra enfermedad o indisposición, comuníquelo antes del inicio del tratamiento.

EMS no pueden hacérselo las personas con:

Marcapasos, prótesis metálicas en cualquier zona del cuerpo (cadera, rodilla...).

Epilepsia

Desfibriladores, neuroestimuladores

Bombas de infusión de medicamentos (morfina, insulina…).

Alteraciones cardíacas (insuficiencia, arritmias…).

Hernia discal.

Presencia de DIU metálico (no hay problema con el DIU hormonal).

Embarazo (sí se puede realizar en lactancia).

Enfermedad o cánceres activos.

Trastornos de coagulación o toma de anticoagulantes orales.

Quienes se hayan sometido a una cirugía abdominal reciente (cesáreas, hernias...), en cuyo caso conviene esperar seis meses.